Esta tabla fue publicada y atribuida al Greco por primera vez en 1920 en el Worcester Art Museum Bulletin. Reafirmada por Mayer en 1926, la atribución fue aceptada universalmente hasta que Whethey la puso en cuestión asignando la obra a su Maestro Doménikos a partir de las concordancias que se habían señalado concordancias que se habían señalado con "La Anunciación" del Tríptico de Módena y "La adoración de los Reyes del Museo Lázaro Galdiano (dos obras que él rechazaba también), y del hecho, escribió, de que "las dos mujeres están concebidas y ejecutadas con tanta torpeza que no puede hallarse paralelo alguno en las obras de El Greco, ni siquiera en las primeras, como la "Expulsión de los mercaderes del templo", hoy en Washington, y "Cristo curando a un ciego" que está en Dresde". Su opinión sólo ha hallado eco, aunque con reticencias, en Arslan (1964), quien al final optó por no pronunciarse con claridad, Gudiol (1971), quien situó la atribución entre interrogantes, pero señalando que "entre las pinturas que estamos considerando es la que presenta más rasgos de lo que sería el futuro estilo del Greco, no sólo por la tipología, sino incluso por ciertas deformaciones", y Marías (1999), quien la ha situado entre un grupo de obras "difíciles de aceptar en el catálogo de El Greco". [...]