Pasaje del Nuevo Testamento (Lucas 1, 26-38) que narra el anuncio de su maternidad a la Virgen por el Arcángel Gabriel, y la encarnación de Cristo hombre en María por mediación del Espíritu Santo en forma de paloma.

Muy significativa es la presencia de la zarza ardiente en este cuadro, elemento novedoso en relación con las anteriores versiones del cretense, y que presenta la conexión con el Antiguo Testamento de la condición inmaculada de María, tanto en su propia concepción como en la de Jesús. Según el texto bíblico, Yavhé se había aparecido a Moisés en forma de zarza que ardía sin consumirse, de la misma manera que la Madre de Dios podía tener tal condición sin haber perdido su virginidad (Éxodo, 3, 2-4). A la izquierda, sobre el atril, el libro cuya lectura acaba de interrumpir la Virgen, y el cesto de costura, una alusión al velo del Templo, que cosía María según el Evangelio Armenio de la Infancia. Los ángeles músicos aparecen como testigos gozosos de la escena.

Esta obra fue la pintura central del retablo mayor de la Iglesia del Colegio de doña María de Aragón, al que pertenecen otras pinturas del Museo del Prado: El Bautismo de Cristo (P00821), La Crucifixión (P00823), La Resurrección de Cristo (P00825) y Pentecostés (P00828).

Existen dos reducciones autógrafas de este lienzo o posibles bocetos, una en el Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid y otra en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Audioguía de La Anunciación de El Greco.