ACERCA DE

1577-1614: España

Esquema

Periodos en la obra del Greco

Descripción

La etapa española (1577-1614) se inició en Madrid, donde no consiguió triunfar. Se instaló en Toledo por ser la capital religiosa de España y por su amistad con Diego de Castilla, deán de la catedral de Santa María de Toledo, que le puso en contacto con una clientela culta, comprometida con la Contrarreforma, que gustó de sus pinturas.

En España, El Greco desarrolló las características que hacen que sus lienzos sean inconfundibles y representativos de un manierismo personalísimo:

  • Las figuras se alargan hasta lo imposible. Es así porque El Greco consideraba más bellas las proporciones alargadas que las naturales. La cabeza es pequeña en proporción con el resto del cuerpo.

  • Los espacios escenográficos son indefinidos y poco profundos.

  • Las figuras se concentran en el primer y casi único plano, apareciendo superpuestas, en un evidente horror vacui.

  • La pincelada es larga y fluida.

  • Los colores son fríos, y los cálidos resultan fríos por su brillo metálico.

  • La luz es estridente y brillante. No hay una fuente de luz exterior; la fuente de luz son los propios personajes que aparecen en el cuadro. El Greco utilizó la luz para reforzar el mensaje de que Dios en sus diversas presentaciones es la verdad; en este caso la única fuente de luz en el cuadro es el Señor.

  • Los personajes están dominados por el dramatismo y la espiritualidad con el fin de provocar en el espectador emoción y reflexión.

  • La mayoría de la producción es de temática religiosa y ajustada a los principios de la Contrarreforma, aunque también cultiva los retratos, la mitología y el paisaje.

Obras

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